“A veces no hacer nada es hacer mucho” dicho por un buen amigo Eliezer Marrero y en este punto estoy totalmente de acuerdo, cuando uno de nuestros hijos entra en el momento de la rabieta o berrinche estamos tan preocupados por tratar de calmarlo o consolarlo que nuestra labor se convierte en algo casi imposible de lograr estamos buscando soluciones y en verdad ” A veces no hacer nada es hacer mucho”, permite que viva su berrinche, que descubra que de esa forma no consigue lo que busca, no te molestes, no lo regañes, si lo haces él tiene tu atención y descubre como hacer para obtenerla, por eso regreso a en caso de berrinche usted permita que el niño lo viva.
Sin embargo si no es berrinche y es llanto lo que escuchas tu labor será diferente,ya que puede estar llorando por dolor, tristeza y en ocasiones hasta miedo, por lo que si ves a tu hijo llorando, primero identifica si es berrinche o no para que puedas ayudarlo.
Si tu hijo llora sin ser un berrinche evita pedirle que deje de llorar, no minimices el motivo de su llanto, no lo ignores ni lo dejes solo, ayúdale a que exprese lo que siente, pregúntale si necesita algo o lo puedes ayudar, recuérdele que estás ahí para lo que necesite y muestra empatía diciéndole que entiendes como se siente, trata de contenerlo con un abrazo, es importante que el pueda mostrar lo que siente sin ser criticado o juzgado, esto le permitirá ir tomando confianza en él mismo y saber identificar sentimientos.
Grace
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